Jennifer Lopez y Ben Affleck quieren celebrar una segunda boda en la mansión en la que se iban a casar hace 20 años

Jennifer Lopez y Ben Affleck, a bordo de un barco este verano.
Jennifer Lopez y Ben Affleck, a bordo de un barco.
GTRES
Jennifer Lopez y Ben Affleck, a bordo de un barco este verano.

Se está poniendo de moda, sobre todo si se pertenece a la jet set y el dinero que cuesta montarlas no es un problema, que las celebrities ya no celebren una única boda, sino que, al menos, se hagan dos: una de carácter muy íntimo y, otra, rodeados de amistades y familiares en un paraje bucólico y sin parangón. Jennifer Lopez y Ben Affleck no son una excepción y ahora están pensando en realizar una segunda ceremonia en una mansión que conocen desde hace tiempo.

Después de darse el "sí, quiero" la semana pasada en una boda nada concurrida en Las Vegas, la pareja está pensando en volver a pasar por el altar, aunque sea de forma simbólica, para que lo vean sus más allegados en un enorme convite en el estado de Georgia, al sur de la costa este norteamericana, según ha podido saber el portal TMZ.

Explican que el actor, director y guionista ganador del Oscar tiene una propiedad conformada por varios edificios y un terreno de unas 35 hectáreas en Savannah, una ciudad conocida por su arquitectura clásica y prebélica sureña, la pareja querría poder declararse su amor allí delante de todas sus amistades de la industria hollywoodiense y musical... sin que esta haya sido la primera vez que les inviten.

Porque precisamente en este lugar iba a ser donde se celebrase la boda que estuvieron a punto de protagonizar hace unos 20 años, tras comprometerse en 2002 (aunque romperían en 2004, rehaciendo cada uno sus vidas por separado). En aquel entonces les seguía dando los mismos beneficios que hoy en día: naturaleza, privacidad, alojamiento para muchos de ellos, hermetismo de cara a las cámaras.

A una hora de camino en coche, a situada a las afueras de Savannah, tiene cerca de tres construcciones: una principal de 500 metros cuadrados, un summer cottage como los de los países escandinavos y una tercera, denominada Casa de las Ostras, que es la más grande con 900 metros cuadrados. O sea, que se podrían hospedar los familiares y amigos sin problemas.

Además, disfrutarían de un acceso directo al mar con puerto privado, instalaciones de equitación y un cuarto para divertimento de los más pequeños, en caso de que el resto de familias lleven los suyos. Aunque Affleck la puso en venta el año pasado por 7 millones (ya no está el anuncio), todo parece indicar que su nueva vida con JLo, quien se ha cambiado el apellido por el de su ya marido, le ha convencido para darle, al menos, un último e importante uso.

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